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Hace seis años que María del Mar Galindo terminó la carrera de Ingeniería Agroalimentaria en la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT) y hoy si tuviera que volver a elegir qué estudiar "la escogería de nuevo sin dudarlo".
Galindo, que trabaja en la empresa familiar Agrícola Galindo, asegura que un ingeniero agrónomo "es difícil que no encuentre trabajo". De hecho, advierte que en el Campo de Cartagena, el sector primario "supera al secundario y al terciario y en la Región el sector primario es esencial y primordial".
Ella se decantó por estudiar Ingeniería Agroalimentaria por que le gustaba y también por tradición familiar, ya que tanto su padre como su abuelo se han dedicado toda la vida al campo. Ahora, administra junto a su hermano y a su padre la empresa Agrícola Galindo, dedicada a la producción de hortalizas en ecológico y de cítricos con residuo 0.
Su labor se fundamenta en la gestión y planificación, ya que "hay que planificar desde que plantas hasta que recolectas", pero también se encarga de la gestión de documentación de planes de actuación, memorias para la protección del Mar Menor o certificados relacionados con la calidad y seguridad alimentaria.
Natural de San Javier escogió estudiar en la UPCT por la "cercanía" y por las posibilidades que da la Politécnica de Cartagena. "El trato con los profesores y el personal es muy cercano, las clases son en grupos reducidos lo que favorece esa proximidad y fue un plus poder hacer prácticas en la Finca Tomás Ferro", añade.
Sin duda detalla que aunque cuando uno comienza a estudiar la carrera puede pensar que algunas asignaturas no les servirán en el futuro, "te equivocas. Cuando entras en el ámbito laboral te das cuenta que todo lo que has estudiado te sirve en un momento u otro".