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Proyectos liderados por grupos de investigación de la Politécnica de Cartagena han atraído a seis investigadores beneficiados por las ayudas Margarita Salas para la formación de jóvenes doctores. Estarán entre dos y tres años en la UPCT, al igual que la docena de doctores por la Politécnica de Cartagena que han logrado estos contratos para realizar estancias en otras universidades.
Una oportunidad para afianzar sus carreras como investigadores para estos doctores que han llegado a la UPCT, o parten a sus nuevos destinos, desde comienzos de año. En unos meses se incorporarán también a la Politécnica de Cartagena siete investigadores que han conseguido contratos María Zambrano para la atracción de talento internacional, otra convocatoria del Ministerio de Universidades con financiación Next Generation de la Unión Europea a través del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia.
Para dos de los investigadores que recalan en la UPCT su estancia será en realidad un regreso a la Región de Murcia. Juan Rafael Sánchez, de Calasparra y formado en la Politécnica de Valencia, se incorpora a un proyecto de calorimetría bajo la dirección de Alejandro Díaz en el Grupo de Electromagnetismo y Materia (GEM), con los que había colaborado previamente en proyectos de reutilización de caucho.
Su trabajo se va a centrar en el estudio de las propiedades térmicas de los materiales utilizando microondas, para lo que están diseñando un equipo específico de medición de la potencia que requieren los distintos materiales para aumentar su temperatura, una vez descontadas las pérdidas por convección, conducción y radiación.
También vuelve a la Región Wilmer Cumbicus, que estudió Electrónica e Ingeniería Industrial en la UPCT. Su tesis la hizo en la Universidad de Navarra en el campo de la modelización computacional, en el que ahora proseguirá pero utilizando software propio desarrollado por el grupo de Ingeniería de Fabricación de Joaquín López, “lo que nos aporta una gran flexibilidad como investigadores”, destaca el ingeniero formado en la UPCT.
Se incorpora a un proyecto de flujos interfaciales en el que estudiarán experimentalmente, con cámaras de altísima resolución, de más de mil fotogramas por segundo, cómo afectan condiciones ambientales al impacto de las gotas de metal en procesos de microfabricación, aplicables en la elaboración de recubrimientos, microsoldaduras y microcomponentes.
El contacto previo con el grupo de investigación al que se incorporan es lo común entre los doctores que han elegido la UPCT para proseguir su trayectoria científica. Es el caso de Beatriz Lara, que haciendo su tesis sobre la incidencia del polen de plátano de sombra en la Universidad de Castilla-La Mancha conoció a Stella Moreno, presidenta de la Asociación Española de Aerobiología y abajo cuya dirección va a estudiar ahora el efecto de las intrusiones de polvo sahariano en la composición del polen en la atmósfera.
Proyectos agronómicos
También conocía al grupo al que se incorpora Lorena Martínez, tecnóloga de alimentos por la Universidad de Murcia que disfrutó de una ayuda postdoctoral de la Fundación Séneca para participar en un proyecto sobre estímulos lumínicos para que las plantas sinteticen más compuestos bioactivos.
“Pude colaborar en una docena de publicaciones y ya sé lo mucho que se mejora el currículum aquí”, resalta del Grupo de Postrecolección y Refrigeración que lidera Francisco Artés Hernández. “Conozco diversos grupos de investigación fuera, en Dinamarca, Irlanda e Italia y sé que no hay nada que envidiar”, asegura.
Ahora utiliza las técnicas de estimulación lumínica con subproductos de la industria agroalimentaria, como pieles y hojas, para lograr compuestos bioactivos que se puedan incorporar a productos alimenticios, cómo hummus o batidos saludables con alta cantidad de nutracéuticos. También para elaborar envoltorios naturales para alimentos de cuarta gama, de manera que, por ejemplo, las pieles de la granada ayuden a conservar el producto desgranado.
También había colaborado previamente con su ahora tutor Manuel González, doctor por la Universidad de Córdoba, desde la que había participado en el proyecto europeo Diverfarming combinando el cultivo de olivos con el de azafrán, lavanda y avena. Y se incorpora a otro proyecto europeo coordinado por Raúl Zornoza, Soil Diver Agro, que busca reducir el uso de fertilizantes utilizando hongos y bacterias. Están preparando los primeros ensayos con brócoli, melón y patata en la Estación Agroalimentaria Experimental Tomás Ferro de la UPCT.
El objetivo es mejorar las condiciones del suelo y sus características físico-químicas, reduciendo también la emisión de gases de efecto invernadero.
Un caso distinto es el de Víctor Manuel Gallegos, investigador mexicano procedente de la Universidad de Almería, investigó las técnicas de cultivo sin suelo e hidroponía para el desarrollo de una agricultura más sostenible y de economía circular, que ahora aplicará en el grupo en Hortofloricultura Mediterránea de Juan Fernández, con quien no había colaborado previamente.
Se suma a un proyecto innovador sobre agricultura urbana sostenible utilizando como sustrato compost procedente de la industria agroalimentaria para la producción de hortalizas en sistemas de cultivo en cascada que permiten la reutilización de agua y nutrientes en cultivos resistentes a la salinidad como el hinojo marino. La sostenibilidad del proyecto incluirá también envases de escaso impacto ambiental para su distribución en el entorno local (kilómetro cero). Los ensayos se realizan también en la Estación Agroalimentaria Experimental Tomás Ferro.
Estancia en la Sorbona
De los doce doctores por la UPCT beneficiados por esta convocatoria Margarita Salas, un tercio de ellos realizarán estancias en el extranjero. Miguel Poveda, que recientemente recibió el Premio Extraordinario de Doctorado de la UPCT, en la Universidad Heriot Watt de Edimburgo; Marco Vásconez en la Sorbona de Paris, Mariem Somrani en la Universidad de Gante y Mohamed Zarid en el Instituto Nacional de Investigaciones para la Agricultura, la Alimentación y el Medio Ambiente de Avignon.
Otros cuatro van a proseguir su investigación en la Región de Murcia. Laura Buendía y Florencio Santos en la Universidad de Murcia; y Almudena Giménez y Carlos Toledo en el CEBAS.
Y otro tercio se incorpora a proyectos de universidades del resto de España. María Campo Valera en la Universidad de Málaga, Ana Fernández en la Politécnica de Madrid, Celia Gómez en la Universidad de Sevilla y Alejandro Pons en la Pública de Navarra.