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Que todo esté a punto. Dentro de la compleja maquinaria de la UPCT, una pieza esencial son los técnicos de laboratorio, gracias a los cuales el diverso equipamiento científico-técnico de la Politécnica está perfectamente engrasado para hacer posible una docencia práctica y una investigación aplicada de calidad y excelencia.
Muchas son las tareas que tienen asignados los técnicos en Ciencia y Tecnología de la UPCT. Desde realizar el mantenimiento preventivo del instrumental a participar en la gestión de residuos, pasando por otras acciones como calibración de equipos, asesoramiento técnico, control de pedidos y existencias, manejo del equipamiento, montaje de nuevas técnicas, preparación de ensayos de investigación, mantenimiento de bases de datos, participación en demostraciones y colaboración en actividades formativas, según se especifica en la Relación de Puestos de Trabajo.
Atender a los usuarios, ya sean investigadores o estudiantes en prácticas, y resolver incidencias es una de las más frecuentes ocupaciones de este personal indispensable para la buena marcha de la I+D+i en la Politécnica.
“El laboratorio es como la cocina de casa”
Lucía Mondéjar ha superado ya la mayoría de edad al servicio de la UPCT. Se encarga de los laboratorios del departamento de Ingeniería Agronómica a los que compara con la cocina de un hogar.
“Un laboratorio es como una cocina, debe estar todo bien limpio y recogido”, advierte. Para recordarle tanto a los estudiantes como a los investigadores que utilizan el laboratorio de la importancia de limpiarlo todo y dejar el instrumental utilizado en su sitio correspondiente, Lucía ha puesto carteles por el laboratorio.
Además, comenta que siempre recuerda cuando se accede al laboratorio de que hay que utilizar batas, por motivos de seguridad, de que las chicas deben llevar el pelo recogido y que allí también se recicla: “el plástico y el papel que no está contaminado lo llevamos a su punto específico”, asegura.
“El Cloud Incubator surgió aquí”
una de las labores de los técnicos de laboratorio. Precisamente de eso se ocupan Andrés Carrillo y José Juan Rodríguez, en los laboratorios del departamento de Automática, Ingeniería Eléctrica y Tecnología Electrónica. Es precisamente en ese contexto cuando surgió la idea de crear el Cloud Incubator Hub, asegura Carrillo.
“Una de las partes que más nos gusta de nuestro trabajo es la investigación”, asegura quí también nos dedicamos a la parte de investigación”, cuenta Rodríguez, que está colaborando en proyectos como el del Nautilus en el Mar Menor. “Los técnicos también tenemos que salir del laboratorio, ya que damos apoyo a la labor investigadora, no estamos siempre encerrados aquí”, añade.
“Nos encanta estar a la vanguardia de todo”
Con un llavero repleto de llaves, Marga Galindo y Noelia Aliaga, recorren a diario los distintos laboratorios del departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. Llevan 18 y 16 años, trabajando en la UPCT, respectivamente. Y ambas coinciden en que lo que más les gusta de sus tareas diarias es que pueden estar “a la vanguardia de todo”.
En concreto, Noelia recalca que la UPCT está conectada con otras universidades en la investigación del acelerador de partículas “y eso te llena”. “Estamos a la vanguardia de todo en investigación”, puntualiza Marga.
Además de eso, ambas detallan que no solo se ocupan de preparar las prácticas de los alumnos, sino que también están en contacto con estudiantes que están terminando la carrera “y quieren hacer cosas nuevas”, “nosotras intentamos ayudarles en todo”.
“En este trabajo no existe la rutina”
“Cuando hace falta un técnico, se nota”. Juan Antonio López, del departamento de Ingeniería Química y Ambiental asegura que los técnicos de laboratorio son como el “engranaje de los departamentos, que no se nota pero cuando hace falta sí que se advierte su ausencia”.
El técnico comenta que para él “no hay dos días iguales” en el trabajo. Lo primero que hace al llegar a su puesto es consultar el correo electrónico, por si hubiera alguna comunicación importante que atender para acto seguido acudir al laboratorio a preparar las prácticas de los alumnos. “Un laboratorio es como una casa, siempre hay cosas que hacer”.
Además, López afirma que lo que más le gusta de su trabajo es la “versatilidad” que se les exige en estos puestos”.
“En el laboratorio no te puedes dormir en los laureles”
Maribel Pérez lleva 30 años trabajando para la Universidad. Primero empezó a hacerlo en la Universidad de Murcia y posteriormente, con la creación de la UPCT pasó a formar parte de su plantilla. Estar a la vanguardia en tecnología y el contacto directo con los alumnos es lo que más le motiva de su día a día. De hecho asegura que “el trato con los alumnos es más cercano” y que una de las diferencias que encuentra con los alumnos de hace años es que ahora “tienen la mente más abierta”. Admite que en este trabajo “uno no se puede dormir en los laureles”, ya que el técnico de laboratorio es el encargado de recepcionar los nuevos equipos y encargarse de que funcionen correctamente, “tienes que estar siempre a la vanguardia”.
“Este trabajo me aporta flexibilidad”
Mari Carimen Martos es una de las técnicos de laboratorio del departamento de Ingeniería Minera y Civil. Tiene dos niños pequeños, por lo que asegura que aunque le encanta su trabajo, a nivel personal el poder trabajar en la Universidad Politécnica de Cartagena le aporta tranquilidad y flexibilidad para poder llevar a sus niños al cole.
A Martos le cuesta decidirse sobre si le gusta más el trato con los alumnos o las tareas de investigación a las que da soporte. “Me gusta todo de mi trabajo”, dice añadiendo como anécdota que a veces llegan los alumnos preguntando por “el profesor Manuel y tengo que preguntarles que con cuál quieren hablar porque son tres que se llaman igual”.